lunes, 22 de noviembre de 2010

Descubrimiento.

Mi casa está repleta de leche sin lactosa. Abres la nevera y ahí está, abres un armario y ahí está.
Mi hermano es intolerante a la lactosa. Mi hermano vive en Granada y ahí se compra su leche.
Si mi hermano no está, ¿Por qué se acaba la leche sin lactosa en mi casa y alguien la compra constantemente?

Y lo peor, es que he abierto la nevera, y le he echado un trago a la botella de leche normal y corriente.
He cerrado la nevera. Después de dudar durante unos segundos, la he vuelto a abrir y le he dado un trago a la leche sin lactosa.
Sí, cuesta aceptarlo, pero está más buena que la de toda la vida. Que triste, llevo 16 años bebiendo mierda.

2 comentarios:

  1. hola! me gustó mucho su blog. los posts son muy interesantes! besos!

    http://vistaocubo.blogspot.com/

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  2. JAJAJAJAJAJJA
    Pero por qué no me avisaste de esta entrada!!!
    jajajaja.
    Tontea, pero estoy causando sensación en los desayunos de la resi cuando bajo "en plan Pro" con mi leche supersónica.
    Aún así, no estoy de acuerdo... echo de menos el sabor de la Central Lechera Asturiana de toda la vida(en tetra-brik, la de botella es una mierda, comprobado).

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